Pura es una mujer de treinta y ocho años de edad, tiene cinco hijos. Ella sufría de dolores de cabeza y no dejaba de toser debido al estado en el que se encontraba su cocina. ¿La solución? Construir una cocina mejorada.
Gracias al aporte de nuestros colaboradores en el proyecto “Familias Solidarias, construyendo cocinas mejoradas” los pobladores del caserío Lagunas de Combayo están empezando a vivir una vida más saludable.
Pura pertenece solo a una de las diecisiete familias que el miércoles 26 se vio beneficiada con la entrega de las cocinas. Hoy, con su nueva cocina sus malestares han ido desapareciendo.
“Antes cocinaba en una chocita donde no veía nada, no dejaba de toser y mi comida se llenaba de cenizas, pero ahora mi nueva cocina tiene iluminación, pero sobre todo ya no hay humo y mis hijos pueden estar ahí”, comenta la dueña de la casa mientras sopla la leña cargando al menor de sus hijos.
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